Las Fondas en San Juan de la Rambla.

Las Fondas en San Juan de la Rambla.

Fonda en el barrio de las Aguas.

Fonda en la Avenida la Libertad.

Fonda de doña Francisca Torres y don Antonio Toledo, en la Avenida la Libertad a principios del siglo XX.

Los pueblos de las islas fueron recorridos por numerosas personalidades europeas, especialmente a lo largo del siglo XIX y de ello han dejado constancia en sus libros de viajes. San Juan de la Rambla fue parada y fonda para algunos de ellos. Además, muchos isleños que se desplazaban a pie o a lomos de bestias por el viejo camino real y costero o por la antigua carretera que a partir de los años 1880 comunicó el norte de Tenerife.

Tenemos constancia de dos fondas junto a las citadas vías de comunicación. Una más antigua, en el barrio de las Aguas, en el camino-calle la Destila, hoy casa número 6. Construcción de dos plantas, de tejado. En la planta baja, piso de tierra y dornajos de piedra, para las caballerizas. Planta alta con los dormitorios de piso de madera y cocina adosada de piedra. Hasta no hace muchos años conservaba todavía en su fachada la piedra (callado de mar) que servía para ayudar a bajar y subir a las cabalgaduras.

La otra fonda estaba ubicada en lo que hoy es casa número 10 de la Avenida de la Libertad. Amplia casa terrera, de azotea, con sótano para las caballerizas.

Los comienzos los podemos situar a principios de los años 1880, coincidiendo con la apertura de la carretera general recién construida y por la cual empezarían a circular los carruajes de la época.

Sus dueños fueron Doña Francisca Torres Hernández y su esposo Don Antonio Toledo. Doña Frasquita, como así le llamaban, murió en el año 1929, pero la fonda siguió prestando sus servicios de la mano de su hijo Don Constantino Toledo Torres, casado con Doña Rosario Hernández Torres. Éstos fallecieron en 1949 y 1954 respectivamente. Ésta última fecha marca el final de la fonda como tal.

Bien es verdad que en sus últimos años solo servía comidas.

A recordar que en esta fonda las comidas tenían fama de bien hechas, bien servidas  y con el trato amable de sus dueños. Muchas familias celebraban en la misma y a lo largo del año banquetes, reuniones y fiestas.

En los años 20 se alojaron en esta fonda muchos cubanos, que venían a esta tierra a curarse de sus dolencias. Algunos se casaron en esta localidad.

Dejar constancia también que personas de variada condición, médicos, maestros de escuela, comerciantes, clérigos, trabajadores de oficios varios,... encontraron mesa y aposento en ella.

Finalmente decir que en las inmediaciones de la fonda se daba cita algún pedigüeño y algunas personas que hacían algún favor o servicio a los hospedados y que buscaban alguna compensación económica.

Publicado por Ángel Martín Falcón Domínguez

Asociación Cultural "Martín Rodríguez"









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